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Joseph Pilates nació en la pequeña localidad de Mönchengladbach, cerca de Düsseldorf. Su padre, cuyo apellido original era Pilatu, era de ascendencia griega y fue un galardonado atleta en Alemania. Su madre era naturópata y de ascendencia alemana. Parece ser que durante su infancia los demás niños le insultaban diciéndole “Poncio Pilato, asesino de Jesucristo”, por lo que más tarde decidió cambiar su apellido.
Joseph fue un niño flaco y enfermizo. Padeció asma, raquitismo y fiebre reumática, por lo que desarrolló una musculatura débil que derivó en alteraciones posturales y en anquilosis articular (disminución o imposibilidad de movimiento). Esto le llevó a estudiar el cuerpo humano, buscando la manera de fortalecerse mediante el ejercicio físico. El médico de la familia le regaló un viejo manual de anatomía y con él consiguió aprender todas las partes del cuerpo. También pasó mucho tiempo estudiando el movimiento de los animales, filosofías orientales y los métodos de entrenamiento de los antiguos griegos y romanos, a los que admiraba porque consideraba que habían conseguido el ideal de equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. De infantes y gatos, Joseph destiló la esencia de la inocencia, ahora demostrado en los movimientos de los ejercicios de Pilates. "Basé mi método en el bebé y en el gato" comentó Joseph Pilates en una entrevista que dio en 1959 a un periódico, ahora difunto, de Nueva York. Así, practicó diversas disciplinas que influirían en su método de entrenamiento, como culturismo, lucha, yoga, taichí, meditación zen y gimnasia, a lo que sumó el estudio de la mecánica corporal y de la correcta respiración.
Fue tal su determinación para mejorar que a los catorce años, superadas sus enfermedades, comenzó a posar como modelo anatómico y con el tiempo se convirtió en un gran deportista, consiguiendo cierto éxito como boxeador y gimnasta y adquiriendo un buen nivel en natación, submarinismo y esquí.
Fuente: Wikipedia